Las crías de oso panda nacen indefensas, por lo que requieren muchos cuidados maternos durante los primeros meses de vida. La mortandad en este tiempo es muy elevada, lo que constituye un serio problema para la recuperación de la población mediante la cría en cautividad. La reproducción tiene lugar entre los meses de marzo y mayo, tras una gestación de entre tres y seis meses, y su peso puede oscilar entre los 85 y 140 gr. A veces pueden nacer dos crías, pero sólo una sobrevive.
EL oso panda es un animales solitario, durante la mayor parte del año. No hibernan. El conocimiento de los hábitat de los grupos familiares y la supervivencia de los jóvenes suponen un reto para los investigadores, aunque se sabe que algunos se refugian en guaridas y agujeros de árboles.
Aunque los pandas gigantes llevan vidas solitarias, algunas hembras que viven por separado en el territorio de un macho dominante se aparean con él. Estos osos no rugen como lo hacen los de otras especies, ya que su voz es similar a un balido.
Las crías, para solicitar el cuidado de su madre, emiten unos sonidos muy tenues.
Por otra parte, los hábitos alimenticios del panda gigante constituyen otro problema a la hora de su cuidado y cría en cautividad, pues se alimenta casi exclusivamente de bambú, que no es muy nutritivo, a lo que hay que añadir que las especies de esta planta florecen en determinados períodos y se marchitan poco tiempo después, lo que en ocasiones lleva a estos animales a pasar hambre.
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